En las adicciones, con o sin sustancia, se requiere de un tratamiento para el logro de la recuperación, tanto del propio adicto como de su familia. Lazos en juego cuenta con especialistas en: CABA, Lanús, Morón, Quilmes, Banfield, La Plata, San Miguel, Vicente Lopez, San Isidro.
En la ludopatía no deberíamos hablar de Sala de juego sino más bien del "Reino del Olvido". Y ellas, Reinas-súbditas, muestran con su padecimiento la dependencia de un otro significativo en su vida, dependencia que queda depositada en el juego.
En la Argentina las Salas de juego están habitadas por muchísimas mujeres solas. "Solas" no significa que no tengan familia o amigos. Se trata, en todo caso, de mujeres con un fuerte sentimiento de vacío, abandono, depresión, insatisfacción, de rechazo del otro. En muchas ocasiones son mujeres que se sienten desilusionadas, traicionadas (por ejemplo, por una infidelidad de la pareja) y una inconsciente sed de venganza las empuja hacia la máquina tragamonedas.
Sólo un tratamiento les muestra que ni Reinas ni súbditas, y que deberán descubrir quiénes son.
Cuando el ludópata está frente a su máquina en la Sala de juego pierde, entre otras cosas, el registro de su propio cuerpo. Es un indicador de patología.
El cuerpo con sus necesidades: sed, hambre, ir al baño, dolores, sueño, cansancio, enfermedades, es más bien un obstáculo a acallar. Por eso suceden situaciones que tanto llaman la atención y horrorizan al cuerpo social ajeno al juego: que no tomen ni coman nada durante larguísimas horas, que no duerman, que se hagan pis encima y sigan jugando (o la solución que muchos encontraron: los pañales), que se descompensen en el baño, que sufran ataques cardíacos, entre tantos otros.
Por esto, y frente a la reapertura de las Salas de juego en tiempos de pandemia, es indispensable el cumplimiento de protocolos estrictos exigidos desde las Salas, o sea, un límite exterior al jugador. Sólo así (obligado) recordará que el Covid no diferencia el "afuera" del "adentro", y que aunque se esfuerce tanto en rechazar que es un mortal como todos, tendrá que cuidarse y cuidar.
Un desafío inédito y complejo que trajo la pandemia: Que el ludópata registre su cuerpo (su vida) y no apueste un pleno a la Ruleta del Covid.